En
la función del educador, relativa a
su relación con los niños, no se
trata solo de crear una adecuada estrategia con la que motivar a los niños para
conseguir un buen desarrollo de conceptos, habilidades y capacidades, sino
sobre todo de crear la atmósfera de complicidad en la que niños y adultos
buscan el placer de jugar, trabajar, hablar, pensar e inventar juntos. Se
necesita, por lo tanto, un maestro cercano en una constante interacción
comunicativa y reflexiva.
Por
otra parte, se podría entender al niño como un recipiente que hay que llenar de
conocimientos y reglas, es decir, interpretarlo a la manera educativa
tradicional. Sin embargo, actualmente se prefiere considerar al niño como un sujeto activo y constructivo
y con un conjunto de facultades a potenciar. Por eso el profesor ha de ser un
integrador de significados que enseñe a contemplar la naturaleza, las cosas y
las personas desde puntos de vista nuevos y distintos por medio de diversas
formas de representación.
Dentro
de este nuevo concepto de educación
integral, el maestro es copartícipe con el niño en la construcción de
conocimiento que produce conocimiento nuevo. Por esta misma causa, el maestro
ha de estar dispuesto a escuchar las propuestas de los niños aunque suponga
abandonar el plan inicialmente previsto. Por tanto, el profesor de E. Infantil
debe ser flexible en su relación con los alumnos y estar abierto a nuevas
propuestas, que comparte con los niños ejecución de proyectos propuestos en
situaciones de interlocución.
Es
el profesor quien determina, en gran
medida, con sus actuaciones, que la actividad del alumno sea más o menos
constructiva, que se oriente en uno u otro sentido y, en definitiva, que genere
unos determinados aprendizajes.
El
perfil del tutor con sus capacidades y cualidades más relevantes serían:
- Capacidad de saber negociar y mediar en los conflictos que se plantean en la vida escolar.
- Conocer en profundidad el planteamiento curricular del nivel educativo de sus alumnos para ser capaz de integrar los diferentes elementos del currículo y personalizarlos en cada uno de sus alumnos.
Para cumplir sus funciones y
realizar la programación de sus actividades, el tutor necesita:
- Conocer la situación de cada alumno en el grupo, en el centro y en su entorno familiar y social, e intervenir para favorecer su integración escolar y social.
- Recabar información sobre los antecedentes escolares y la situación personal, familiar y social de los alumnos.
- Recoger de forma sistemática información, opiniones y propuestas de los profesores sobre las cuestiones que afecten al grupo o algún alumno en particular.
- Conocer la dinámica interna del grupo e intervenir, si fuese necesario, para recomponer dicha dinámica.
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